domingo, 19 de septiembre de 2010

Salud con el Centeno

Planta parecida al trigo con la espiga más larga y comprimida. La simiente es oblonga, desnuda, puntiaguda por un extremo y de color moreno-azulado, las hojas son lineales, anchas y escabrosas.

Antiguamente lo cultivaban sólo los celtas y germanos que lo introdujeron en la Galia. Los romanos lo conocieron con el nombre latino de Siligo.

Por los principios alimenticios de su grano es una planta muy importante, que en las sierras frías, destempladas y de pobre suelo, constituye un recurso de inmenso valor. Donde no pueden crecer ni trigo, ni cebada el centeno se da bien.

Su harina produce un pan moreno, grasiento, sabroso, de agradable olor, que se conserva fresco durante una semana, sin perder ninguna de sus cualidades.

Se puede formar un pan muy bueno mezclando harina de centeno y de trigo en partes iguales. Otro pan excelente se forma deshaciendo su harina con miel.

La harina de centeno es emoliente, refrescante, laxante y facilita las evacuaciones alvinas. El centeno tostado, como la malta, substituye al café, y en estos ultimos tiempos, ha adquirido en este punto una inmensa importancia.

Es preciso estar atentos que el grano de centeno sea sano, pues, bajo la influencia de la humedad especialmente, y de varias otras causas, toma un color violaceo, formando un pequeño apéndice, parecido a un espolón de gallo. Este es un hongo venenoso y puede causar gravísimos accidentes y una enfermedad llamada Argotismo. Enfermedad terrible por sus efectos morales y físicos, baste saber que el que come este centeno alterado, muere al cabo de 2 o 3 semanas.

Lo mejor es cuidar mucho que el centeno sea sano.

Esta planta es además, un forraje excelente y crece hasta en la Laponia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Planta parecida al trigo con la espiga más larga y comprimida, esto si me impresiono.